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quinta-feira, junho 14, 2012

CRISTO, REY DEL SACERDOCIO   I Parte
Por Monsenhor Tihamér Tóth

Quiero desarrollar el pensamiento de Cristo y de la Iglesia sobre la dignidad y misión sacerdotales. ¿Qué piensa la Iglesia católica respecto del sacerdocio? ¿Para qué sirven los sacerdotes?

En esta cuestión, el único que decide, el único que dictamina es Nuestro Señor Jesucristo, el único Maestro.

El dijo en cierta ocasión a sus Apóstoles: «Como me envió el Padre, así Yo os envío» (Juan 20,21).

«Yo os envío», sois mis embajadores, sois mis ministros. El sacerdocio no fue inventado, como muchos afirman, por hombres ávidos de poder y de honores; no fue inventado por hombres que buscasen ser honrados y venerados por el pueblo, sino que fue instituido por el Señor. Es voluntad del divino Jesús que haya hombres que, libres de otros quehaceres, aún más, libres de las preocupaciones de la vida familiar, consagren toda su vida, todos sus instantes, a un solo objetivo: a guiar los hombres a Dios y encaminar las almas al cielo. El mismo Dios, escogió un día de la semana, el domingo, para que fuese «el día del Señor»; el mismo Dios, escogió los salmos, para que fueran los «cantos del Señor»; el mismo Dios, quiso tener un lugar dedicado exclusivamente a El, la «casa del Señor»..., este mismo Dios escogió también a algunos de los hombres para que fueran los «ungidos del Señor», los «ministros de Dios».
 
Mediante ellos Dios esparce sobre los fieles la gracia divina.


El sacerdote, según la voluntad de Dios, el buen sacerdote, sabe muy bien él que es ministro, es decir, siervo, que no está para que le sirvan sino para servir, como siervo del Señor y de los fieles de Cristo. Este es el sacerdote católico.

«Commi Padre me envió, así Yo os envío.»o
Antes de ascender al cielo, Jesucristo confió a los Apóstoles confió la propagación de su doctrina: «Id y enseñad a todas las naciones, bautizándolas, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo» (Mt 38,19).

Como si les dijera: Hasta hoy he sido Yo quien os ha enseñado a vosotros; en adelante habéis de ser vosotros los que enseñéis en mi nombre a las gentes. Hasta ahora he sido Yo quien os he alentado y protegido; en adelante habéis de ejercer vosotros el mismo oficio con vuestros prójimos. Hasta ahora fui Yo quien moldeé vuestras almas según la voluntad de Dios; en adelante habéis de moldear vosotros el alma de los fieles según mi espíritu.

Es decir: hasta ahora vosotros habéis sido mis oyentes, mis prosélitos, mis discípulos; sed en adelante mis pregoneros, mis apóstoles; sed... ¡mis sacerdotes!

La dignidad sacerdotal brota del Cenáculo, de la última Cena, de las palabras de despedida que el Redentor dirigió a los Apóstoles: «Haced esto»...; «Id y enseñad»...; es decir: ofreced el este mismo sacrificio de la Eucaristía y enseñad a los hombres a imitarme fielmente.

El sacerdote es un hombre como los demás, pero por la consagración sacerdotal, Cristo le ha confiado una misión excelsa: «Id y enseñad a todas los pueblos, enseñándoles a observar todas las cosas que Yo os he mandado.» Es decir: «Id, enfrentaos con cualquiera que intente perder las almas. Id, no os turbéis, no temáis. Yo estoy con vosotros hasta la consumación de los siglos.

Yo salgo fiador de que ni reyes, ni emperadores, ni repúblicas ni gobernadores podrán privaros del derecho que Yo os he conferido: Instruid a todas las gentes. No hay poder humano que os lo pueda impedir. Que tal misión os traerá sufrimientos, bien lo sé; os perseguirán, os odiarán, os veréis privados de todo..., también lo sé; pero aun así habréis de enseñar. La palabra de Dios no puede fracasar. Bautizad a todas las naciones, es decir, santificad las almas, perdonad los pecados, derramad mis gracias, enderezad y dar firmeza a la caña partida, dad aceite al candil que se apaga, infundid esperanza en las almas desesperadas..., llevad las almas a Dios. No tendréis familia, para que nada os ate. No tendréis hijos, para que podáis estar libres, para que en todo momento podáis dedicaros a vuestros hijos espirituales, que tendréis que ganar para Mí...

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